Libro para dos

PISO PARA DOS

SOBRE LA AUTORA:

Beth estudió inglés en la universidad antes de dedicarse a las publicaciones infantiles. Vive lo más cerca que puede del campo mientras aún está al alcance de Londres, y escribió su primera novela, The Flatshare, en su viaje en tren hacia y desde el trabajo.

Por lo general, la encontrarás acurrucada con un libro, una taza de té y varios saltadores de lana (sin importar el clima).

SINOPSIS DE LA NOVELA:

Tiffy y Leon comparten piso.
Tiffy y Leon comparten cama.
Tiffy y Leon no se conocen.

Tiffy Moore necesita un piso barato, y con urgencia. Leon Twomey trabaja de noche y anda escaso de dinero. Sus amigos piensan que están locos pero es la solución ideal: Leon usa la cama mientras Tiffy está en la oficina durante el día y ella dispone del apartamento el resto del tiempo. Y su modo de comunicarse mediante notas es divertido y parece funcionar de maravilla para resolver las vitales cuestiones de quién se ha acabado la mantequilla y si la tapa del váter debería estar subida o bajada.

Claro que si a eso se añaden exnovios obsesivos, clientes exigentes, hermanos encarcelados por error y, lo más importante, el hecho de que aún no se conocen, Tiffy y Leon están a punto de descubrir que lograr la convivencia perfecta no es fácil. Y que convertirse en amigos puede ser solo el principio...

DISCUSION Y VALORACIÓN DE LA NOVELA:

Cuando comencé a leer esta novela, no sabía qué esperar, dejé hace unos años el género romántico. Persistencia de tópicos, personajes con una profundidad psicológica básica, que ha ido creciendo en los últimos años y está bastante lejos de llegar a la altura de obras como "Desayuno con Diamantes", "Casablanca" o "El guardaespaldas".

No quiero adelantaros mucho, pero la trama de dos personas obligadas por necesidades imperiosas de compartir un piso, sumando la trivialidad de trabajos con horarios  opuestos, crean una diversión y curiosidad extremas que me han resultado gratas.

En cierta forma me recuerda a la película famosa japonesa de "Your Name", esa distancia temporal que en realidad, si lo analizáramos, representaría un laberinto metafórico que engloba a los protagonistas y se pierden y encuentran continuamente.

Un enfermero de cuidados paliativos, una editora, las cartas y los whatsapps se sustituyen por notas en la nevera, detalles domésticos que muestran su tierno acercamiento.

También otro aspecto que destacaría es la clara intencionalidad de la autora de sumergirnos en el terrorismo personal como es el maltrato, la manipulación, herramientas de personalidades narcisistas, que enamoran con su papel atractivo, acompañados de un perfume cautivador de palabras, gestos intencionados con diana en los puntos débiles de su objetivo.

Me he sentido además muy representado con el protagonista masculino, la vivencia de enfermedades crónicas, con progresión sin posibilidades de curación, el acompañamiento de los pacientes y sus familiares en la etapa final. La angustia, el miedo al dolor, al sufrimiento físico, la incertidumbre de no tener un reloj de arena que marque la fecha final.

Risas, lágrimas, una estabilidad argumental, innovación, bien mezclados en capítulos... Espero encontrar más libros así de un género que dejé en un cajón.



VALORACIÓN PERSONAL: 8/10