La muerte del comendador (Libro 1)


LA MUERTE DEL COMENDADOR (LIBRO 1)

HARUKI MURAKAMI

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SOBRE EL AUTOR:

Haruki Murakami es uno de los escritores japoneses más conocidos de la actualidad, tanto en su país como fuera de él. Su generación de escritores fue influenciada por la literatura contemporánea norteamericana. Él mismo ha traducido a Tobias Wolff, Francis Scott Fitzgerald, John Irving o Raymond Carver, a los que considera indudables maestros.
Murakami nació en Kioto pero se crío en Kobe, sus padre eran profesores de literatura japonesa por lo que de ahí vino su interés por ella. Influenciado por la cultura occidental tanto en la literatura como en la música, son esas influencias las que lo diferencian de otros autores japoneses.
Tokio Blues fue la primera de sus obras que despuntó y su fama le convirtió en una verdadera estrella en Japón. Tras pasar una larga temporada en Estados Unidos en la que escribió sus siguientes obras, Al sur de la frontera, al oeste del sol (1992) y Crónica del pájaro que da cuerda al mundo (1995), Murakami decidió volver a Japón tras el famoso terremoto de Kobe y el atentado terrorista con gas sarín al metro de Tokyo, sucesos sobre los que escribiría posteriormente.
Desde su vuelta a Japón, publicó Sputnik mi amor (1999) y Kafka en la orilla (2002), que le valieron el definitivo espaldarazo internacional y el seguimiento fiel de una verdadera legión de lectores, seguidos por After Dark (2004), 1Q84 (2009) y Los años de peregrinación del chico sin color (2013). Murakami ha sido postulado al Premio Nobel de Literatura gracias a obras monumentales como 1Q84, trilogía que rompió todos los récords de venta en Japón.
Su carrera literaria no consta solo de novelas, también cuenta con recopilación de relatos, ensayos y cuentos ilustrados.
En 2015, Murakami abrió un consultorio online donde los internautas pudieron preguntarle y pedirle consejo durante varios meses. A partir de esa experiencia, el autor japonés decidió escribir un libro relatando los momentos más interesantes de esa conversación virtual.
Reconocido en todo el mundo, ha sido galardonado con premios como el Noma (1982), el Tanizaki (1985), el Yomiuri (1996), el Franz Kafka (2006) o el Jerusalem Prize (2007). En España, ha recibido la Orden de las Artes y las Letras del Gobierno Español y el Premio Internacional Catalunya 2011.

SINOPSIS DE LA NOVELA:
En plena crisis de pareja, un retratista de cierto prestigio abandona Tokio en dirección al norte de Japón. Confuso, sumido en sus recuerdos, deambula por el país hasta que, finalmente, un amigo le ofrece instalarse en una pequeña casa aislada, rodeada de bosques, que pertenece a su padre, un pintor famoso.
En suma, un lugar donde retirarse durante un tiempo. En esa casa de paredes vacías, tras oír extraños ruidos, el protagonista descubre en un desván lo que parece un cuadro, envuelto y con una etiqueta en la que se lee: «La muerte del comendador». Cuando se decida a desenvolverlo se abrirá ante él un extraño mundo donde la ópera Don Giovanni de Mozart, el encargo de un retrato, una tímida adolescente y, por supuesto, un comendador, sembrarán de incógnitas su vida, hasta hace poco anodina y rutinaria.
Este primer volumen de la novela La muerte del comendador es un fascinante laberinto donde lo cotidiano se ve invadido de señales indescifrables, de preguntas cuya respuesta todavía está lejos de vislumbrarse. El lector, al igual que el protagonista, deberá permanecer muy atento.



DISCUSIÓN DE LA NOVELA:

En esta nueva historia de Murakami, nos ponemos en la piel de un artista japonés en plena crisis vital. Una introducción bastante dramática, con la presentación de un divorcio inesperado para el protagonista, cuyos ojos contemplaban un matrimonio aparentemente feliz. Por no hablar de que su trayectoria profesional, la cual se ha visto estancada en pinturas retratadas con el fin de pagar las facturas.

Surge la oportunidad de empezar una nueva vida en la casa familiar de su amigo, en la comarca de Odawara, en el seno de las montañas. Un lugar idílico, con la peculiaridad de que la figura paterna de éste, Tomohiko Amada, renombrado pintor japonés, creó allí sus obras. Quizás y probablemente es el motivo que le lleva a aceptar tal propuesta.
Con esta decisión, termina la breve introducción y pone comienzo la trama principal. 

Poco a poco, nuestro personaje se adapta al retiro espiritual y artístico, intentando poner fin a una etapa superficial. 
Como si se tratara de una novela de Dickens, en medio de la calma, llega primero, el descubrimiento en el desván de una obra misteriosa titulada "El título del comendador", del pintor Tomohiko, con un mensaje oculto encerrado en simbolismo y metáforas, indescifrable a unos ojos acostumbrados a perfilar y atravesar la realidad de las formas materiales. 
Por no hablar de la petición extraña de un retrato por parte de un desconocido que ofrece una suma nada desproporcionada.Un encuentro con la llegada de un espectacular Jaguar, conoce a un hombre de mediana edad, rasgos bellos y un pelo blanco cubierto en su totalidad, revestido de una formalidad absoluta. 

Quedan dos cuestiones por entender: ¿qué hace una obra del gran pintor escondida con esfuerzo para no ser encontrado?, ¿quién es el enigmático propietario de una de las escasas viviendas anexas a la casa familiar y por qué conoce al protagonista? 
No sabemos si hay una relación entre ambos sucesos, pero sí os cuento que se ha abierto la caja de Pandora, y no hay vuelta atrás, sucesos extraños comienzan a cubrir la pintoresca casa. La ficción comienza y la realidad cobra menos importancia en esta novela de Murakami.


IMPRESIÓN PERSONAL:

Una portada de una figura masculina sin rostro, difuminado en colores es el primero de los enigmas de esta historia.
Se nos muestra un Japón contemporáneo que ofrece una lectura ligera sin necesidad de traducir un vocabulario alejado de nuestra evolución occidental. Es la firma característica de Murakami, que no pone excesivo hincapié en elementos culturales, a pesar de quizás muchos de nosotros estamos atraídos por la cultura nipona.

Una temática basada en el arte, en la pintura, desde una perspectiva que nunca había leído, que trabaja la dimensión personal de los retratados para crear una pintura que tenga 3 dimensiones, alto, ancho y la esencia de la persona encerrada en muros de cristalino. Otros elementos como la música clásica y ópera barroca, dan esa familiaridad.

En principio cabe esperar una novela narrativa, de la vida retirada de un retratista, pero, el descubrimiento de la obra culmen de Masahiko, "La muerte del comendador", es el principio del distanciamiento con las esferas de la realidad y podría asemejar al protagonista con Don Quijote de la Mancha, entre dos mundos, el de la realidad y el de su imaginación, ambos buscando su turno. De esta forma, tenemos una novela que mezcla realidad con no ficción en una ecuación con un resultado igual a buena historia.

Una primera parte, con pocos personajes, pero muchas incógnitas acerca de todos ellos, es la miel que me atrajo en esta primera parte. Capítulos con frases que se mencionarán a lo largo del capítulo y deseas entender su significado y resolver este puzzle de 474 páginas. 

Para todos aquellos seguidores de Murakami, seguro que antes de esta reseña ya habéis empezado a leer; para aquellos que no lo conozcan y busquen una historia distinta, tenéis a disposición una suculenta historia con segunda parte. Una trayectoria que aporta calma, con momentos de tensión bien distribuidos en cuartetos en una historia japonesa muy distinta de la que hemos recreado hasta ahora.


PUNTUACIÓN: 9/10













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